lunes, 29 de diciembre de 2008

El Arte de la guerra... ("Antes de actuar piensa")

Entendiendo aquí la guerra como cualquier clase de conflicto, podemos deducir que para solucionar cualquier problema la mejor opción es mantener un dialogo y evitar la pelea directa.En resumen la mejor estrategia es conocerse a uno mismo y a su adversario para saber cuándo poder entrar o no en conflicto.


Esa sería la premisa más importante bajo la que le siguen un conjunto de detalladas estrategias que te llevarán a ganar un conflicto, la guerra en el caso de Sun Tzu. En definitiva la importancia de tenerlo todo milimétricamente organizado para ganar. Y para ello se debe tener un conocimiento de las cosas, se debe aplicar el engaño y, sobre todo, se debe tener todo muy bien organizado y planeado de antemano. Este libro hace valida la frase de los negocios son la guerra y por ello se puede aplicar perfectamente a la resolución de conflictos o problemas empresariales. Pero también es válido para afrontar los conflictos personales, aunque si ya es difícil de aplicar esta teoría en el ámbito empresarial aun lo es mas en el ámbito personal.



miércoles, 24 de diciembre de 2008

No sería miembro de ningun club que me aceptase (El club Bilderberg)

Este libro nos muestra una supuesta conspiración en las elevadas esferas de poder. Nos dice que no somos nosotros quien gobernamos nuestras vidas, ni siquiera nuestros gobiernos. Sino las sombras detrás de esos gobiernos, un conjunto de poderosas personas que se reúnen en secreto para organizar el orden mundial, colocar y derrocar estados y todo en pos de los intereses de la llamada globalización comercial, es decir del dinero, y por tanto de la acumulación de más poder.


Uno de los representantes como grupo de estos poderosos individuos es el Club Bilderberg. Que al menos se reúne una vez al año bajo un secretismo elevado, y solo se puede asistir bajo expresa invitación. Aquí el autor del libro nos muestra mediante documentos y sus propias experiencias y la de sus confidentes como estos individuos controlan todos los gobiernos e instituciones gubernamentales del planeta. Y como construyen así una realidad aparentemente fortuita que nosotros vemos en los telediarios y prensa todos los días. Subidas y bajadas del crudo, de impuestos, iniciación de guerras y conflictos, todo perfectamente calculado y programado por este puñado de personas.

Hasta este punto uno se pone a reflexionar si es posible manejar de esta manera tantos acontecimientos aparentemente fortuitos. Estamos hablando de que la realidad que vemos como noticia y actualidad todos los días no es más que una construcción de un conjunto de personas que quieren que así pase. Visto de esta forma da miedo que sea aparentemente tan fácil construir la realidad pero sin embargo por otro lado es bien sabido que la realidad absoluta como tal, la pura certeza no existe. Y solo podemos decir que la realidad es construida por el conjunto de individuos que vivimos en sociedad. Entonces si es construida por el conjunto de individuos cómo es posible que unos pocos puedan manejar la voluntad de tantos. A mi parecer es debido al término de soberanía, puesto que hemos cedido nuestra soberanía a un pequeño grupo de hombres y mujeres y nos hemos olvidado de controlarla y salvaguardarla. Nosotros no decidimos nuestra realidad o al menos no salimos a intentar construirla. Nos hacen creer que si elegimos y decidimos pero en realidad lo único que decidimos es quien llevará las ideas de esos pocos poderosos hombres a la supuesta e incuestionable realidad.

martes, 23 de diciembre de 2008

Cortina de Humo o La ausencia de la Ley Anti-tabaco

Esta película muestra una posible realidad-consecuencia, muy candente desde que aparecieron los medios de comunicación de masas en el conjunto social occidental (ahora en todo el conjunto social mundial) y más concretamente de la aparición de la televisión como la reina de estos. Son numerosas las teorías de que los mass medias son generadores de realidad social: la agenda setting, la aguja hipodérmica o la neotelevisión entre otras. Con la televisión todas estas teorías de control y presentación de una realidad no verdadera (o al menos no objetiva) se hacen actualmente muy persistentes.


En la película se plantea que el presidente de EE UU es pillado con un escándalo de índole sexual entre sus manos poco antes de la reelección a la presidencia. Para evitar que se expanda como la pólvora esta información en vísperas de tan importante evento contrata a un individuo que genera una falsa guerra en un pequeño país (todo de manera ficticia) para así distraer la atención de los mass media (que a su vez colaboran de ello ya que no verifican la información) y por consiguiente a la opinión pública. Este personaje interpretado por De Niro, es el que representaría el poder y la dominación hacia el resto, la masa. En varias ocasiones utiliza una frase que para mí es el resumen de lo que sucede en la actualidad. La frase: “No hay nada que hacer, lo ha dicho la televisión.” o “¿No lo acabas de ver en la televisión?”, nos dice claramente como el hombre individual y colectivamente cree a pies juntillas lo que los mass media le cuentan, más aun en la televisión que se apoya de imágenes, que nos parecen hoy por hoy la prueba irrefutable de la realidad.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Con la muerte en los talones (La vida de David Gale)

Aquí nos encontramos ante una película que vislumbra a mí entender dos realidades principales llevadas a través de dos discursos enfrentados y presentadas por un gran orador. Bien, ahora intentaré explicarme más detalladamente. La película narra la historia de un profesor universitario de Texas y fuerte activista contra la pena de muerte en su país, que es encarcelado y condenado precisamente a la pena capital. Ahora bien, bajo estas premisas nos encontramos en la película dos discursos enfrentados y obvios. Un discurso a favor de la pena de muerte, que se define bajo una realidad que expone que a igual infracción igual castigo, puesto que es la única manera de advertir a los futuros infractores de no hacerlo. O como el miedo al castigo impediría en este caso la ejecución de la infracción. El otro discurso es contrario a la pena de muerte y sostiene que el castigo nunca puede ser la eliminación del infractor puesto que la institución no corregiría el mal comportamiento (que al fin y al cabo es la función de todo estado protector) y si crearía a su vez un comportamiento igual al del infractor, perdiendo toda legitimidad ante la supuesta justicia que reparte. Además de mencionar que el estado no es todo poderoso en cuanto a que no puede asegurar que su veredicto sea la realidad de la acusación. Vamos que pueden matar a un inocente y ese castigo no se puede corregir.


Si bien estas construcciones de dos realidades totalmente opuestas pueden llevarnos a cualquiera de las dos como validas, en la película, observamos más bien a la segunda como la, digámoslo así, más correcta. Puesto que el orador y por tanto el que nos construye nuestra realidad es el defensor de un determinado discurso (en contra de la pena de muerte), vamos asimilando poco a poco esa única visión. El director para ello utiliza la táctica o técnica de trocear el discurso e ir dándolo poco a poco y de manera inconexa. Para que así cuando tengamos todos los pedazos podamos al fin ver la realidad que tan deseosos estábamos ya de que se nos mostrase. Cómo lo hace, construyendo la película exactamente como la va narrando el protagonista (el condenado activista) a una periodista poco antes de su ejecución. Así y solo así el puede a su vez construir una nueva realidad, primero a través de la elección del discurso (que dice y en qué orden lo dice), segundo bajo la elección de a quién va dirigido el discurso (la periodista que ira obteniendo pruebas según va avanzando el discurso) y tercero bajo la elección de cuando mostrar el discurso (justo antes de su ejecución, ni antes ni evidentemente después). Con estos tres elementos el protagonista crea una nueva realidad y hace mostrar a los demás que su discurso (ahora si), es la mejor de las opciones.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La playa y un puñado de hippies!!!

La playa muestra una supuesta comunidad idílica en un entorno de naturaleza virgen y placeres que parecen cubrir cualquier tipo de necesidad para ser feliz. Está formado por un conjunto de turistas de diferentes nacionalidades que han ido a Tailandia en pos de una comunidad ya muerta y que ha perdido su sentido en la civilización actual. La hippie. Si, ni más ni menos, al fin y al cabo lo que muestra esta película es un protagonista que harto de vivir como el resto del mundo busca lo auténtico. Y esta comunidad hippie se lo puede dar. De lo único que se ha de ocupar nuestro protagonista es de mantener este sitio idílico fuera de los demás, en secreto. Así y solo así será algo autentico. Pero eso no resulta tan sencillo.

Bajo este contexto social, vemos que al final ninguno de los miembros de la comunidad puede resistirse a su propio individualismo y comodidad. Que en realidad es lo que le daba la anterior civilización. Prueba de ello son los viajes a la ciudad en busca de alcohol, pilas, diarios y condones. Todos estos conflictos los vemos reflejados principalmente en el protagonista que al final pierde la chaveta. Se cree una especie de súper rambo, el único de los allí presentes que merece vivir allí. Y en contra posición el resto que no se sienten cómodos con este autentico representante hippie (hay tenemos la acción individual contra el contexto social). Así es como es traicionado y echado del paraíso por sus compañeros. Pero el destino les hace una mala jugarreta, haciendo que los verdaderos dueños de la playa, unos narcos bien armados, se cansen de tantas ñoñerías estúpidas de estos guiris y acaben con gran parte de ellos.

En resumen las diferencias individuales son más fáciles de absorber por una civilización global y homogénea por muy contradictorio y triste que parezca. Por lo tanto una sociedad idílica parece que nos obligaría a dejar atrás y perder tantas cosas que no parece que estuviésemos dispuestos a ello.